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Grupos Apostólicos

 

 

 

 

NUESTRA REALIDAD ECLESIAL

 

En cuanto a la vida parroquial:

 

Sus manifestaciones: La existencia de grupos apostólicos Infantiles,  juveniles, (Infancia misionera, Acólitos),

de Oración, bíblicos, Legión de María, Pastoral social, Animadores de Comunidad; escuela de catequistas,

grupo de pastoral de la salud, comunidades catecumenales; coros, pastoral educativa, a través de

los cuales se realiza el trabajo apostólico con entusiasmo y mucha responsabilidad de los laicos en los

que se engendra una auténtica conciencia de renovación eclesial.

 

Por tanto, visualizamos una búsqueda de sentido parroquial renovado en un autentico compromiso misionero de los bautizados, formándose como misioneros en cuatro áreas fundamentales como son: Biblia, Cristología, Eclesiología y pastoral.

 

Estamos además, viviendo un impulso misionero, destinado a conmover a todas las comunidades sumando esfuerzos para que Jesucristo sea conocido, amado y servido. Buscamos que todos nos pongamos en estado permanente de misión, pasando de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera (DA 371), ayudando para que todos seamos fieles servidores de la vida, por amor al Señor que es la Vida.

 

Buscamos en esta realidad actual, preguntar, escuchar y ofrecer una experiencia de encuentro con Jesucristo personal y comunitaria como sus auténticos discípulos.

 

Estamos trabajando fuertemente porque nuestra parroquia sea verdaderamente misionera, y para ello hemos asumido medios concretos como:

 

La Palabra de Dios: En ella buscamos un encuentro profundo con Jesucristo, Ella es el primer espacio para conocerlo, amarlo y servirlo. 

En el encuentro con la Palabra, ofrecemos escuela de laicos que en los sectores de la parroquia se reúnen para estudiar las Sagradas Escrituras y para hacer Lectio Divina.

 

Seguimos viviendo un proceso Evangelizador tratando de ANUNCIAR la Buena Nueva a los alejados, y ayudándoles para que a través de la Catequesis hagan un proceso de camino y lleguen como los demás, a alimentarse con la Eucaristía como fuente inagotable de la vocación cristiana  y del impulso misionero.

 

En cuanto a nuestra celebraciones Eucarísticas, es real que se fortalece día a día el Domingo como día del Señor. Celebramos la Santa Misa en las Capillas de la Parroquia y en aquellas barriadas donde no tenemos aun capilla; vivimos la experiencia de las primeras comunidades reuniéndonos para compartir esta gran fiesta que es la Santa Misa, en casas de familias con la presencia de los sectores.

 

Buscamos que día a día, nuestra Iglesia sea casa y escuela de comunión…

Aquí abrazamos el estilo de vida de Jesús, buscando en todos los participantes una actitud permanente de conversión. En este aspecto hacemos de nuestros templos una escuela de comunión y participación donde todos llegan, todos aportan y todos se sirven reconociendo en especial a nuestros pobres.

 

Tratamos de mantener una pedagogía misionera, llevando a los hombres a encontrarse con Jesús, a través de nuestro testimonio, de nuestra vivencia comunitaria acogiendo fraternalmente, posibilitando que los pobres se sientan realmente miembros de una comunidad eclesial corresponsable en su desarrollo.

 

Aunque ya lo he señalado, dentro de esta pedagogía misionera, mantenemos una formación bíblica doctrinal acentuadamente comunitaria que nos lleva a la búsqueda de los alejados a fin de reencontrarlos con la Iglesia e invitarlos a volver a ella.

 

Así que el panorama en el que se está moviendo la Iglesia parroquial bajo un mismo hilo conductor arquidiocesano, lo podemos resumir en los siguientes aspectos:

 

Estado de misión: Impulsados por los encuentros vecinales a través de la parroquia, hemos venido trabajando el primer anuncio…

 

Entre los años 2000 – 2005, nuestro lema ha sido “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, lema que llevamos a cabo trabajando por año el Anuncio del Reino, Conocimiento de la Palabra, la Catequesis de adultos, el compromiso en la transformación de la sociedad y los Ministerios; fase trabajada con mucho ardor y con muchas ganas llegando a los alejados, creando y formando comunidades eclesiales pequeñas, situación que nos ha lanzado a la propuesta para los años 2006 – 2010, con temas concretos para la Evangelización como son: Discípulos misioneros de Jesucristo en comunidad; Discípulos y misioneros de Jesucristo aquí y ahora; la Conversión Pastoral al servicio de la vida.

 

Este rehacer misionero nos ha llevado a optar por las siguientes prioridades:

 

La familia, los jóvenes, los pobres, los alejados, medios de comunicación social, la Evangelización integral permanente, las Comunidades Eclesiales de Base, la formación de los agentes de pastoral y la pastoral de conjunto.

 

No obstante y reconociendo la lucha por mantener un proceso dinámico y auténticamente evangelizador, nuestra realidad nos arroja unos aspectos positivos y otros por superar, los que debemos señalar:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CONSEJO PASTORAl.

 

 

TENEMOS UN CONSEJO DE EVANGELIZACIÓN, MANTENIMIENTO Y DESARROLLO DE PROYECTOS. (CEMADEP).

 

 

VISIÓN:

 

Parroquia constructora del Reino, viva y servidora, caminando con Cristo en comunidad de comunidades, para que desde la Nueva Evangelización transforme con espíritu de corresponsabilidad, las personas ambientes y estructuras, haciéndolas más justas, fraternas y solidarias en tiempo, talento y tesoro.

 

MISIÓN:

 

  • Crear una nueva conciencia en el pueblo de Dios con respecto al tema del sostenimiento de la obra evangelizadora a través del mantenimiento y mejoramiento que tenga como soporte la conciencia de prácticas solidarias, eficaces, transparentes y ejemplares asumiendo con mayor corresponsabilidad la dignidad de las “cosas sagradas”.

 

  • Proponer una modalidad de trabajo y un conjunto de herramientas muy concretas en función de su realidad evangelizadora particular.

 

  • Facilitar el proceso de mejoramiento garantizando permanecer y perseverar para así llevar una experiencia de fe en las Comunidades Eclesiales de Base, mediando y promoviendo recursos para el embellecimiento de los sitios de encuentro con los discípulos misioneros de Jesús.

 

OBJETIVOS:

 

  • Lograr el sostenimiento integral y permanente, creciendo en el compartir nuestro tiempo, talentos y tesoros renovando la cultura de gestión.

 

  • Impulsar un proceso de difusión y formación del proyecto para que muchos bautizados contribuyan con sus talentos, dones y carismas al cuerpo parroquial.

 

  • Tener en la sede parroquial un banco de datos de personas que desde su profesión nos puedan aportar y que podamos ofrecer a empresas en caso de petición para emplear.

  • Lograr que los bautizados seamos auténticos discípulos misioneros apoyando la gestión de la Iglesia parroquial.

 

  • Lograr que el proyecto genere gran alegría evangelizadora asumiendo seriamente los compromisos adquiridos desde el voluntariado.

 

 

NUESTRO TRABAJO:

 

El comité busca construir en cada comunidad un capital humano para el servicio parroquial, con la capacidad de llevar adelante la tarea asignada y sobre todo, de sostener y profundizar el trabajo a lo largo del tiempo. Par esto el equipo parroquial nombrado debe convocar, formar y promover a través de la capacitación a personas de buena voluntad.

 

ÁREAS DE TRABAJO:

 

  • Catequesis:   Apunta a crear un espíritu comunitario y con mayor conciencia en el sostenimiento y mantenimiento de la obra. Para ellos es necesario catequizar sobre el tema de la economía de la comunión, la comunión de bienes, dándole un auténtico sentido pastoral. Haremos especial énfasis en la comunicación.

 

  • Tiempos y talentos: Ayuda a organizar la acción de personas que brindan su tiempo y sus capacidades, y propone mejorar las condiciones para convocar recibir e integrar nuevos miembros a la comunidad.

 

  • Desarrollo de fondos: Propone organizar y mejorar los mecanismos habituales con los que se sostiene económicamente la Parroquia a fin de contar con mayores recursos para llevar adelante los planes en coordinación con el Consejo económico y el Consejo Pastoral.

 

  • Administración: Busca ordenar la gestión económica para ser más eficientes, transparentes y solidarios en el uso y administración de los recursos de la comunidad.

 

Es necesario que de la administración el comité se elabore y presente el proyecto y su espíritu, proponiendo acciones concretas para impulsar en cada comunidad y en toda la Parroquia, ofreciendo alternativas con la experiencia adquirida, para resolver las posibles dificultades.

El comité debe fundar su caminar en la planificación, organización, programación, ejecución y evaluación del trabajo en equipo y en comunicación.

 

El comité estará en la obligación de ayudar a planificar, implementar iniciativas, resolver dificultades, evaluar la marcha y definir los próximos pasos a dar.

 

Es bien importante saber que no se trata solo de realizar las acciones propuestas, como en una receta, sino de suscitar un espíritu que le dé sentido evangélico y las oriente para potenciar el trabajo de cada comunidad.

 

 

¿QUÉ NOS CARACTERIZARÁ?:

 

  • Una acción pastoral: Un plan claro de sostenimiento integral de la obra evangelizadora, con todo lo que implican los conceptos “pastoral” y “sostenimiento”. No podemos reducir el sostenimiento a lo meramente económico, no podrá haber divorcio entre lo económico y lo pastoral, como si fueran compartimentos estancos y antagónicos. Tenemos que “reconciliar” la pastoral con su sostenimiento, para asumirlos como una unidad. Nuestra misión tiene que llevarse adelante en función de la Evangelización.

 

  • Una acción integral: Porque tendremos que trabajar simultáneamente sobre varios aspectos de la vida comunitaria parroquial. No basta una buena catequesis si no va acompañada con el testimonio del catequista, no basta una buena colecta si falta transparencia. La propuesta tiene que involucrar a toda la comunidad: Párroco, Vicarios, Consejo, grupos, movimientos, instituciones, fieles… todos estamos llamados a participar de acuerdo al lugar que ocupemos en la comunidad, porque el espíritu de comunicación de bienes debe llegar a todos.

 

  • Una acción a medida: cada comunidad conoce mejor que nadie cuáles son sus fortalezas, sus limitaciones, su modo de trabajar. Por tanto, las propuestas las tenemos que fundar en el conocimiento de la realidad porque de lo contrario, seríamos un cuerpo extraño que hay que eliminar.

 

  • Una acción gradual: No podemos pensar tener resultados de una vez, las acciones se van desarrollando paulatinamente y en etapas progresivas. Esto exige planificar pasos a seguir, de acuerdo a las propias posibilidades, buscando respetar y acompañar los tiempos y procesos comunitarios.

 

 

¿QUÉ DEBE LOGRAR EL COMITÉ?

 

  • Identificarse con el proyecto y asumirlo como propio para lograr: una nueva mirada de su misión, una mayor conciencia del sentido de pertenencia y de corresponsabilidad, espíritu solidario, mejor organización e integración; mayor participación y crecimiento, mayor comunicación, incorporación de nuevos miembros, aumento en la recaudación de fondos, incremento en las contribuciones familiares, buena organización administrativa y transparencia en la administración de los bienes.

 

  • Estos resultados no serán mágicos y se logran a través de un esfuerzo comunitario no exento de dificultades inherentes a todo proceso de cambio. Pero, el común denominador de logros está por la firme voluntad de realizar este espíritu renovado, la planificación en le tiempo, el trabajo en equipo, la claridad en lo que se quiere y la perseverancia.

 

 

ESTE COMITÉ Y SUS PROYECTOS DEBERÁ TENER LA CAPACIDAD DE:

 

  • Mejorar la acción evangelizadora contribuyendo al sentido de iglesia y pertenencia de los fieles.

 

  • Generar mayor participación, solidaridad y comunión.

 

  • Permitir el ordenamiento integral generando interés, disposición y compromiso de quienes lo impulsan, y aumentar el aporte de los fieles.

 

 

FUNDAMENTO DEL PROYECTO:

 

El proyecto se sustenta principalmente en una espiritualidad de comunión que brota del Evangelio. Esta marca el estilo de trabajo, la estructura que lo impulsa y la manera que se sostiene.

 

 

PILARES SOBRE LOS QUE SE AFIRMA:

 

 

  • Corresponsabilidad: Un corazón convertido al Evangelio se siente naturalmente corresponsable con la obra evangelizadora de su comunidad. Esto implica a su vez, esforzarse para que más personas  participen activamente y se sientan parte importante en esta obra.

 

  • Solidaridad: es el signo visible de que nuestro amor es efectivo y no meramente declamado. Un gran desafío es que la solidaridad se practique también entre comunidades. El espíritu de comunión de bienes tiene que manifestarse en gestos solidarios intraparroquiales.

 

  • Pobreza evangélica: No es solo austeridad, sino libertada espiritual en la posesión de bienes materiales. Esa libertad que capacita para poseer con desprendimiento y dar con generosidad. Vivir el espíritu de pobreza implica también administrar con sabiduría para aprovechar al máximo los bienes espirituales y materiales que se nos han confiado.

 

  • Eficacia: Consiste en buscar y aplicar los medios adecuados para alcanzar los fines. No basta con querer algo bueno, ni tampoco es suficiente hacer las cosas sobre la marcha. Se trata de buscar los medios adecuados, planificar con realismo, y llevar efectivamente a la práctica aquello que se pretende.

 

  • Transparencia: la rendición de cuentas en las comunidades cristianas es un signo de credibilidad. Como parte del problema del sostenimiento se debe al desconocimiento de cómo la Iglesia maneja sus recursos, la transparencia es una importante herramienta para la formación de una conciencia en pueblo de Dios.

 

  • Ejemplaridad: es el testimonio que damos a través de nuestras obras. El modo de relación de las personas en una comunidad y la manera en que esta se relaciona y administra los bienes materiales constituyen una catequesis más elocuente que cualquier discurso.Estos seis valores se implican mutuamente, y convergen en un ideal que les da sentido y fin: “Demos testimonio de Cristo, unidos en la Eucaristía y en la comunión de bienes”

 

¿CÓMO SE SOSTIENE EL COMITÉ?

 

Fiel al espíritu que lo anima, el comité se sostiene con el esfuerzo de muchas personas que aportan generosamente tiempo, talento y dinero.

En el plano económico, también se sostiene con donaciones de personas particulares, empresas e instituciones internacionales.

 

EL ESPÍRITU QUE NOS ANIMA:

 

  • El espíritu que anima al comité tiene como modelo el espíritu de comunión fraterna que animó a las primeras comunidades cristianas. Comunión real vivida en torno a la Mesa Eucarística Y expresada a través de gestos concretos.

 

  • Fiel a este espíritu, el comité propone trabajar para revalorizar lo que a veces el ritmo cotidiano de las comunidades nos lleva a descuidar: el recibimiento cordial, el sentido de pertenencia, la participación, la corresponsabilidad, la espiritualidad de comunión.

 

  • En una sociedad en donde predominan las ansias del tener y del poder, profundizar y vivir este espíritu en nuestras comunidades se convertirá en una respuesta válida, será un testimonio contundente de cara a la nueva Evangelización.

 

“La Iglesia… quiere asumir un nuevo dinamismo pastoral y recrear un intenso ardor evangelizador… Hay un nuevo camino que emprender, colmados de una esperanza que no defrauda. No vale la pena demorar la partida…

 

 

DE ESTE CONSEJO SE DERIVAN TRES GRANDES COMISIONES:

 

  • EVANGELIZACIÓN:

 

  • PROYECTOS:

 

  • ECONOMÍA:

 

ESTAMOS DIVIDIDOS POR SECTORES Y CADA SECTOR POR COMUNIDADES:

 

 

  • SECTOR SAN MATEO:

 

  • SECTOR SAN MARCOS:

 

  • SECTOR SAN LUCAS:

 

  • SECTOR SAN JUAN:

 

LAS COMUNIDADES SON GUIADAS POR LOS ANIMADORES DE COMUNIDAD:

 

El Animador de comunidad debe ser una persona con cualidades y talentos especiales y un medio tiempo disponible como mínimo.

 

Cualidades Humanas:

 

  • Capacidad de organización, con iniciativa, pero no independiente.

  • Capacidad relación amable, pero firme.

  • Inteligencia, equilibrio y sensatez

  • Que no aproveche su servicio para su beneficio.

  • Que sepa delegar funciones.

 

Cualidades Espirituales:

 

  • Evangelizado y perseverando en comunidad.

  • Centrado en Cristo.

  • Con claro testimonio de vida.

  • Espiritualmente crecido, con fe viva y ardiente.

  • Con capacidad de amor y servicio a los demás.

 

Cualidades Eclesiales:

 

  • Identificación y adhesión a la Iglesia Católica.

  • En con tacto con el Párroco y el Consejo Parroquial.

  • Buen conocimiento eclesial y pastoral.

 

Cualidades Prácticas:

 

  • Tiempo disponible para el servicio.

  • Con sentido de responsabilidad.

  • Capacidad de trabajo en equipo.

  • Orden y disciplina.

 

Al ser el Animador de comunidad un elemento tan fundamental para la marcha, es recibir permanente formación y estar bien compenetrado de la realidad eclesial en su parroquia y sus comunidades.

 

LOS ANIMADORES DE COMUNIDAD Y SUS FUNCIONES:

 

Deben ser personas de fe, amor a la Iglesia, aceptadas por las comunidades eclesiales e integradas a la parroquia, de probada virtud, practicantes de la vida sacramental y con una adecuada formación cristiana.

 

FUNCIONES:

 

  • Ayudar en el desarrollo del plan pastoral parroquial.

  • Fomentar la comunión y coordinación entre los sacerdotes y los laicos.

  • Ofrecer a los Sacerdotes orientaciones y apoyo e asuntos que sean de su competencia.

  • Velar para que cada grupo existente en la comunidad y sus responsables cumplan sus tareas.

  • Procurar el buen estado de los templos y todo lo que a ellos se refiere.

  • Estar informados y mantener informada a la comunidad de las diferentes actividades de la parroquia a nivel central como de las mismas comunidades.

  • Preparar la comunidad y el lugar (templo o espacio) donde se llevarán a cabo las diferentes actividades litúrgicas o pastorales.

  • Asistir a las reuniones de formación permanente a las que sean convocados.

 

ACOMPAÑADAS POR TRES SACERDOTES:

 

EL PÁRROCO: JAIME DE JESÚS PATIÑO ANGULO

 

VICARIOS: RUBÉN DARÍO VALENCIA MONTOYA

 

Y YAMID DE JESÚS OSORIO MONTOYA

 

 

 

 

 

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